Es un examen no invasivo que registra la actividad eléctrica del cerebro mediante sensores colocados en el cuero cabelludo. Permite visualizar patrones cerebrales en estado de reposo o estimulación controlada.
Detectar alteraciones en la actividad cerebral, como epilepsia, trastornos del sueño, encefalopatías o secuelas neurológicas. Es una herramienta clave para el diagnóstico y seguimiento en neurología.
Registro básico de la actividad eléctrica cerebral en vigilia y reposo. Se utiliza para detectar epilepsias, trastornos del desarrollo, encefalopatías y otras condiciones neurológicas.
Recomendado especialmente para niños. Se realiza tras una noche con menos horas de sueño, aumentando la probabilidad de detectar alteraciones cerebrales durante el registro.
Indicado en casos específicos con evaluación médica previa, tanto para adultos como niños. El paciente debe mantenerse despierto toda la noche anterior al examen, lo que permite registrar actividad anormal inducida por la privación de sueño.
Monitoreo extendido que incrementa la posibilidad de observar eventos eléctricos cerebrales anormales que no siempre aparecen en registros más breves.